Esta es una de las señales más comunes para saber si tu motor necesita mantenimiento o tal vez una reparación. Si el humo que sale por el tubo de escape es de color negro, indica que se está quemando el combustible, pero si es azulado se trata del aceite. En ambos casos se emitirá un olor fuerte a combustión, lo que significa que ha llegado el momento de llevar tu vehículo a un taller mecánico.
Si introduces tu llave en el interruptor de encendido, lo normal es que las diferentes luces en el tablero se prendan por unos segundos y luego se apaguen. Estas luces funcionan como un sistema de monitoreo de tu auto. Por ello si observas que alguna se mantiene encendida, parpadea o se vuelve a encender por si sola, es probable que haya un problema con tu motor y necesite una revisión inmediata.
Ahora que conoces las diferentes señales de advertencia sobre el estado de tu motor, no las dejes pasar por alto, atenderlas a tiempo evitará futuras y mayorees complicaciones para tu vehículo, recuerda, además, aplicar buenas prácticas de conducción, pues de esta manera mantendrás tu motor operativo sin problemas por mucho más tiempo.
Un motor reparado es para todos sus efectos, un motor nuevo, y se debe esperar de él, una duración igual y se debe tratar como si tuviera pocos kilómetros. De la manera como se use su motor durante los primeros kilómetros después de la reparación, dependerá su vida útil.